De vuelta a la rutina, y tras haber superado la cuesta de enero, el cuerpo pide descansar. Los exámenes han terminado, el trabajo se ha vuelto una monotonía y la Fashion Week Madrid nos ha dejado hechos polvo. Es hora de viajar, una escapada. Febrero es mes de viajes, los aeropuertos se encuentran atestados y las ciudades más cosmopolitas están llenas de españoles. Es más, es muy probable que te cruces con tu vecino en Roma.
Por esta misma razón, hemos recopilado 5 destinos no muy conocidos en los que querrás perderte, desconectar y, sobre todo, apagar el móvil.
Matera
Matera es la Capital Europea de la Cultura en 2019, junto con la ciudad búlgara de Plovdiv. No es una de las ciudades más conocidas de Italia, pero sus calles comenzaron a construirse en el siglo 10 a. C. y ahora Sassi, la ciudad subterránea, atrae a turistas de todo el mundo. La bella Matera se originó en el sistema de cuevas debajo de la ciudad, un asentamiento prehistórico, y creció después de ser colonizada por los romanos en el siglo III a.C.
Georgetown, Guyana: La huella de los colonos
Georgetown, originalmente construido y administrado por los holandeses, deja ver los vestigios de esta lucha colonial en los nombres de calles y arquitectura. La Ciudad Jardín del Caribe se ha convertido en un destino popular para los viajeros más aventureros con su mezcla de influencias europeas, caribeñas y sudamericanas: canales holandeses; grandes casas encaladas que evocan el cambio de siglo en Nueva Orleans y hermosos edificios de madera que rodean las bulliciosas plazas del mercado; así como paseos a orillas del río y el paseo marítimo, un zoológico, un jardín botánico y, si todo eso se vuelve demasiado agotador, una destilería de ron.
Novi Sad, Serbia: La explosión cultural
El centro creativo de Serbia ha sido reconocido en 2019 como la Capital Europea de la Juventud, por lo que no hay un mejor momento para visitar. Más relajado que Belgrado, su festival de música EXIT atrajo la atención de Europa, y este año el festival celebra su vigésimo aniversario. Además, muchas partes de la ciudad se han renovado como la Fortaleza de Petrovaradin. De hecho, Chinatown (no es un área real basada en una comunidad china, sino en un antiguo sitio industrial) se ha convertido en el lugar para pasar el rato, ya que las unidades industriales y los talleres se han convertido en clubes y bares.
Skopje, Macedonia: Raíces turcas
La ciudad resurgió de sus cenizas en 2014, cuando se llevó a cabo el proyecto Skopje 2014 donde se mezclaban las imponentes estructuras clásicas en un estilo que recuerda vagamente el surgimiento de la Unión Soviética de base clásica. Tras esto hay una ciudad que tiene sus raíces en un tiempo anterior a los romanos, y ha sido la capital de una serie de imperios, sobreviviendo al auge y caída de cada uno de ellos. Las estructuras bizantinas y otomanas aún sobreviven: el maravilloso bazar, dos baños turcos y varias mezquitas simples pero elegantes, recuerdan al visitante el hecho de que la ciudad sigue siendo una puerta de entrada entre el este y el oeste. Realmente es una de las ciudades más inusuales de Europa.
Taipei, Taiwan: La comida más original entre templos
Taipei lo sabe todo sobre la comida callejera. Pequeños puestos donde disfrutar de la mejor tradición gastronómica china. El mercado del distrito de Shilin debería ser el primer destino para todas las cosas sabrosas, pero es posible que también se deba visitar Huaxi Street, donde se encuentran algunas selecciones más especiales, que incluyen platos elaborados con serpientes venenosas, lenguas de pato, patas de gallina o, simplemente, ratas. Para saborear un té más tradicional, la ruta debe ser hacia las montañas. Aquí se pueden encontrar acres de campos de té salpicados de templos y casas de té negro, verdes y blancos.
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