En estos días la comida no es lo único que engorda, también el hambre emocional. Son muchos los altibajos emocionales debido al ajetreo de fiestas y celebraciones familiares y desde Nutrium, el último concepto de nutrición, dietética, salud y bienestar con consulta presencial y online, nos cuentan todo acerca del hambre emocional y como combatirlo.
Dicen que en Navidad podemos llegar a engordar entre 4 y 5 kilos. Las comidas de empresa, con amigos, familiares, fechas especiales… No ayudan. Pero tampoco el estrés al que nos someten estas fechas y que nos pueden afectar con otro tipo de hambre: el hambre emocional. Que no siempre está acompañado por la necesidad de alimentarnos, sino que se produce cuando hacemos uso de la comida como herramienta con la cual gestionar nuestras emociones como tirita para afrontar, evadir o tapar problemas que nos producen un descontrol y malestar.
Cómo evitar el hambre emocional
- Consciencia autocompasiva. Tener presente, lo que nos ocurre para poder así comenzar a trabajar en ello. Con esto queremos decir, ser capaces de identificar un malestar y ser conocedores del mismo desde un punto de vista objetivo y asertivo, sin menospreciarnos o hacernos de menos, queriendo aliviarlo y ponerle solución.
- Escuchar a las señales de nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo es sabio y está constantemente enviándonos señales. Una vez que estamos abiertos al cambio, debemos escucharlas. Esos breves y sabios consejos que nos envía nuestro cuerpo para damos la oportunidad de parar ante esa hambre emocional, e indagar y relacionar aspectos pudiendo buscar soluciones adaptadas a nuestras necesidades.
- Diferenciar entre hambre emocional y física. Es imprescindible saber identificar y diferenciar entre ambas para poder trabajar sobre ellas.
- Di adiós a las etiquetas. Lo tenemos tan interiorizado que puede parecer una tontería, pero nos pasamos los días poniendo etiquetas a los alimentos como sanos o no sanos. Y no se debe resumir toda la alimentación a ese simple etiquetado, este pensamiento clasificador en dos categorías opuestas en relación con los alimentos suele generar malestar y nos hace focalizarnos en la falsa idea de la búsqueda de alimentos perfectos que no existen y puede llevar a producirnos frustración.
- Controlar las emociones. Sabemos que lo que os pedimos no es fácil y menos en estas fechas, ya que quizás te toque compartir asiento con un familiar con el que no te lleves o quizás tener que organizar todos los preparativos de navidad a la vez que trabajar en un puesto sometido a mucho estrés, son infinitas las posibilidades, por ello es necesario saber identificar las emociones que nos invaden y trabajar sobre ellas para saber gestionarlas de forma correcta.
- Consultar SIEMPRE a un especialista. Siempre que puedas, debes acudir a un profesional que te pueda asesorar, valorando tu estado nutricional y emocional y así poder asesorarte adaptándose a tus necesidades nutricionales.