Marta, Beatriz y Ana son tres amigas que decidieron unir sus caminos a favor de un sueño, su propia marca de calzado con nombre de baile incluido: Fígara.
Siempre han tenido fijación por los zapatos. Y, sobre todo, por la moda. Marta, Beatriz y Ana son tres amigas que trabajaban en diferentes sectores (farmacia, comunicación y publicidad) y en un momento decidieron dar el paso para montar su propia marca. ¿El resultado? Fígara. “Y se llama así porque tiene nombre de baile. Es una marca muy femenina, con mucha fuerza, que deja ver la parte más bonita de la moda y del diseño propio, apostando por la más alta calidad de los proveedores españoles. Hay que sentirse muy orgulloso de nuestra moda”, nos cuentan.
La marca está llena de modelos que hacen soñar a sus clientas. Distintos zapatos, diversos tejidos, y todos con el nombre de una tipología de baile diferente, porque a las creadoras de Fígara les apasiona disfrutar de la vida: “Necesitábamos crear colecciones que permitieran disfrutar de ese último baile. Las hormas de calidad son esenciales a la hora de defender una marca boutique”, nos explican. Y si les preguntas por qué los apodan con nombres de danzas, ellas te responderán que “para soñar hay que bailar con los pies”.
“Es una marca muy femenina, con mucha fuerza, que deja ver la parte más bonita de la moda y del diseño propio”, Fígara
Coinciden en su lugar favorito del mundo: cualquier playa del Mediterráneo. ¿La comida? Siempre sushi, ¡por favor!, y si tuvieran que elegir un aroma, sin duda, sería el olor a jazmín. No obstante, y a la hora de trabajar, Marta, Beatriz y Ana dan prioridad a la piel y a los tejidos naturales. “Esto tiene que ver mucho con la sostenibilidad. Es casi obligatorio hablar de cuidado ambiental. Los materiales y los procesos tienen que cuidar lo que hagamos el día de mañana. Para ello estamos en relación directa con muchos proveedores nacionales tratando de dar con los mejores y más especiales textiles”, nos cuentan.
Si tuvieran que definir a Fígara en tres cualidades apostarían por la elegancia, la comodidad y la sofisticación, porque una mujer nunca tiene suficientes zapatos en el armario. Aunque si nos ponemos serias, Marta, Beatriz y Ana citan a Chanel, porque menos es más. “Un buen zapato es capaz de llenar nuestro armario. Nosotras somos partidarias un par de buena calidad a tener muchos que no resulten cómodos ni tampoco prácticos”, nos cuentan.
“Para soñar hay que bailar con los pies”, Fígara
Además, si hablamos de tacones, no podemos evitar pensar en que quizás su uso podría venir por parte una imposición social, pero desde Fígara hablan claro: “cada uno baila a su manera”. Porque si algo está claro es que “la libertad prima sobre la moda”.
Mejor explicado imposible, fácil entendimiento y muy natural lo comentado, gracias po la
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