Existen muchas formas de hacer moda. Tantas como diseñadores. Pero algo pasa cuando Ángel Vilda, fundador de Brain&Beast, se sube sobre la pasarela.
Sus desfiles se llenan de amantes de la moda, de amigos, de familiares y de curiosos. La expectación aumenta por momentos. Brain&Beast es todo un universo impredecible con muchas cosas que decir, y Ángel Vilda, su fundador y director creativo, también.
Estudió diseño en el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid y en el London College of Fashion. En 1999 lanzó su primera colección para hombre y mujer; y desde entonces, su carrera profesional no ha hecho más que sumar logros. Madrid, Barcelona, París…, no hay Fashion Week que se le resista, pero también le apasiona el teatro. Tanto, que en 2009 fue galardonado con el premio Butaca 2009 al Mejor Diseño de Vestuario y en el verano de 2014 recibió el premio 080 Barcelona Fashion Week.
Con una carrera así, uno solo puede plantearse… ¿De qué es sinónimo Brain & Beast? Y para él solo existe una definición. “Moda”. Esa es la clave. Igual que la necesidad de crearlo. “Después de haber tenido durante 10 temporadas una firma con mi propio nombre, aprendí de los errores cometidos y nació como un proyecto para disfrutar, pasarlo bien y, sobre todo, ofrecer mi punto de vista sobre muchas cosas a través de la moda”, nos cuenta.
Muchos catalogan a la marca de exótica y extravagante…
Al final, esto es como todo. Si entendemos ‘exótico’ y ‘extravagante’ como sinónimos de ‘diferente’ y ‘vanguardista’, desde luego lo es.
Plasmas a la sociedad a base de enigmas. ¿Cuándo te diste cuenta de que esto era lo que querías hacer?
Siempre he pensado que la moda es trascendente hasta cierto punto. Quiero decir, hacemos ropa para que la gente esté más guapa, sea más feliz y poco más. Sin embargo, la ciencia sí que es absolutamente trascendente. Por eso es una fuente de inspiración constante para mí: la medicina, la psicología, la sociología… Me interesa mucho el ser humano, su comportamiento, sus luces y sus sombras.
“Moda es moda y la moda sufre de una audiencia cada vez con menos cultura, menos referentes y menos curiosidad”
¿Y por qué has decidido enfocar tu sello de esta manera?
Sencillamente porque no me interesan las propuestas vacías de contenido. Brain&Beast está lleno de cosas que decir. En ocasiones, demasiado, pero creo fielmente que ese es uno de sus encantos: la sobredosis de información organizada en capas superpuestas donde se puede ir descifrando un mensaje poco a poco.
Acabas de decir que te interesa el ser humano, ¿es una de tus fuentes de inspiración a la hora de crear una colección?
Un diseñador es como una esponja. La inspiración está en todas partes.
Además, te caracterizas por difuminar las barreras generacionales a la hora de exhibir sobre la pasarela tus propuestas, y creas piezas de carácter unisex…
La libertad es uno de los bienes más preciados que tenemos, tanto de pensamiento, como física y de elección. Cualquier cosa que esté en contra de estos valores está en contra de mis principios. En mi universo cabe y convive todo de manera natural.
¿Dirías entonces que es la moda es una buena herramienta de denuncia?
Hoy en día la palabra denuncia posee connotaciones negativas que prefiero evitar. Pero digamos que moda es un canal de expresión con una industria detrás que tiene sus propias necesidades creativas y empresariales.
Tu última colección, presentada en la MBFW Madrid, se llama Taboo, porque donde hay prohibición es donde existe el deseo. Me gustaría que me hablaras un poquito de ella.
Taboo habla de la hipocresía de lo políticamente correcto, de cómo nos hemos transformado todos en jueces de vidas ajenas y de cómo reprochamos conductas que no son las nuestras, pero que, sin embargo, son válidas en nuestra intimidad. Es probable que llegue un momento en el que todo esté prohibido porque todo será ofensivo para alguien. Es una reflexión sobre las normas establecidas, muchas de ellas afianzadas sobre prejuicios. Los prejuicios no son más que discriminaciones absurdas sin fundamento, que dañan y marginan. Se pretende mantener un orden cuando, en realidad, no debería haber más ley que la libertad y el respeto.
“Los prejuicios no son más que discriminaciones absurdas sin fundamento, que dañan y marginan a los demás”
Además, en ella te rodeaste de personajes conocidos como el periodista Rafa Muñoz, Eduardo Navarrete…
De ellos, que son mis amigos y de muchos más.
La forma en la que presentas tus nuevas colecciones pueden llegar a crear confusión. ¿Es lo que pretendes?
Un desfile debe ser una experiencia que genere emoción, ilusión y reflexión. Valoro mucho al público que viene a verlos y me gusta que disfruten.
Actualmente, las redes sociales se han convertido en un fuerte impulso para el trabajo de artistas y/o empresas en el mundo de la moda. ¿Son importantes para Brain&Beast?
¡Evidentemente! Son la nueva prensa.
Pero, ¿se interesa el público por saber quién o qué hay detrás de una marca?
Sí, claro. Además, ahora podemos hablar todos a través de las redes sociales, independientemente del lugar del mundo en el que nos encontremos, y eso es lo más.
¿Qué percepción tienes sobre la moda española?
No hago diferenciación entre moda española o moda internacional. Quiero decir, moda es moda y la moda padece de una audiencia cada vez con menos cultura, menos referentes y menos curiosidad. Al fin y al cabo, como todas las disciplinas creativas, y la única solución es la formación.
Con la globalización y la pretensión de alcanzar una mayor internacionalidad, ¿confeccionar colecciones de primavera-verano y otras de otoño-invierno tiene sentido como tal?
Dos colecciones al año tienen sentido. No obstante, tengo mis dudas sobre los resorts y pre-falls.
“Una herramienta útil es un buen cliente con criterio propio”
Muchos creadores, a la hora de elaborar un desfile, apuestan por influencers para atraer audiencias. ¿Son una herramienta útil?
Una herramienta útil es un buen cliente con criterio propio.
¿Y qué consejo le darías a alguien que está empezando?
Que se dedique a esta profesión por amor y vocación. Yo soy feliz trabajando.