Seguro que has escuchado alguna vez el típico refrán de ‘a quien le ayuda, Dios (o quién sea) le ayuda’. Después de varios siglos, expertos del sueño desmontan este mito.
Porque no se es más productivo porque durmamos menos. Ser productivo a toda costa no es posible. Nuestro cuerpo y cerebro necesitan descansar. Y más que descansar, necesitan descansar lo suficiente.
Puede que hayas leído que multitud de celebridades del mundo del cine, redes sociales y las empresas tienen horarios de sueño prácticamente inexistentes. Todo ello tiende a relacionarse con una mejora en la gestión del tiempo. Las personas que se entregan en su trabajo y que son emprendedoras no son vampiros – y mucho menos inmortales. También duermen. Existen casos famosos, como el de Dalí y sus sueños a siestas, que son excepcionales, pero que ponen en duda esto mismo.
No obstante, normal es que una persona duerma de 6 a 8 horas al día para ser productivo. Sin embargo, insisto, existen casos excepcionales; y al igual que hay gente que necesita menos horas de las recomendadas para funcionar, también hay personas que necesitan más horas de descanso que la media.
Dormir poco y mal conlleva consecuencias nefastas para la salud. Una sola noche puede tener efectos como la desorientación, la fatiga, el cansancio, la tristeza, el enfado… Y si este periodo se alarga, la cosa se complica: depresión, ansiedad y estrés son solo algunos de los posibles resultados.
Así que, ya sabes ¡a dormir! Y si tienes problemas para conciliar el sueño, siempre es recomendable acudir a un especialista.