Ibéricos Guillén: “Calidad y tradición, nuestra pasión”

No hay mesa (más aún esta Navidad) en la que no sea imprescindible un buen plato de jamón ibérico y chacinas. ¿Nuestra recomendación? Ibéricos Guillén. Una familia dedicada al cerdo ibérico desde hace tres generaciones que trabaja el embutido desde el corazón para ofrecer la mejor calidad.

Manuel Guillén abrió su primer local de distribución en 1976 y, ya en 1986, fundó la empresa Manuel Guillén. Sus modernas instalaciones se encuentran en la localidad de Guijuelo, en la provincia de Salamanca. Desde allí, obtienen los más exquisitos productos ibéricos curados de forma natural.

“De este largo recorrido he aprendido dos cosas, la primera es que la experiencia y el trabajo son los únicos capitales que no están sujetos a quiebras, que sumando humildemente cada día de esfuerzo se llega muy alto, y que el placer que acompaña al trabajo bien hecho pone en olvido cualquier fatiga; la segunda es que la familia es el sustento natural del ser humano, sin el apoyo y la ayuda de mi familia todo esto no habría sido posible”.

Manuel Guillén

En Ibéricos Guillén elaboran todos sus productos a partir de carnes de cerdo de primera calidad. En sus renovadas instalaciones, plenamente homologadas, se consigue que la carne conserve intactas sus propiedades para garantizar una materia prima inmejorable.

Sin duda alguna, el jamón ibérico de bellota es el producto ibérico por excelencia. Sus fases de elaboración requieren cuidados muy especiales. Ahora bien, es en las bodegas donde el jamón alcanzará su inigualable aroma y sabor. Por su parte, el lomo ibérico de bellota ha sido elaborado con la pieza del lomo completa condimentada con especias. La pieza mide aproximadamente 75 centímetros y al corte presenta una apariencia veteada y jugosa.

¿Cómo saber si es un buen jamón?

Lote de productos, de Ibéricos Guillén

En primer lugar, la pata ha de ser larga, estilizada y sin pelo. La pezuña ha de ser de color oscuro y con síntomas de desgaste para garantizar que el animal ha estado en el campo o en la montanera.

Además, al pellizcar el jamón, sus dedos deben hundirse fácilmente en él, y la grasa debe ser suave y homogénea. Eso sí. ¡No te olvides de que el jamón debe pesar entre 7 y 9,5 kg!

Por último, es muy importante que las piezas deben tengan un precinto (negro, rojo, verde o blanco) para determinar la calidad del jamón. Al cortarlos, los mejores jamones tienen líneas de grasa por toda la carne, no solo a los lados.

Más información y venta de ibéricos y chacinas en ibericosguillen.com

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