El arte se sienta en la mesa. Y nosotras apostamos por piezas únicas, artesanales, para comer sobre la creatividad en estado puro y hacer, de lo cotidiano, algo especial.
Imagen: vajilla de Nuria Blanco
“Me inspiran las láminas antiguas, los libros botánicos, la naturaleza…”, nos cuenta Andrea Azarraluqui. Ella, que pinta sus platos con música de fondo (no importa que sea francesa, funky, soul o flamenco) y que ha hecho de un pequeño rincón en su salón un espacio artístico. Rodeada de pinceles y pinturas, en el suelo se apilan libros, bocetos y platos que ella misma ha creado. ¿En la mesa de comedor? No pueden faltar flores, pero también aquellos encargos que poco a poco va terminando mientras otros se suman a una estantería, que hace las veces de Show Room, y ocupa la pared del fondo. Una pasión que nació fruto de la casualidad: “la madre de mi ex marido sabía que me encantaba el dibujo y me invitó a ir con ella a clases para pintar platos de porcelana”, dice. Y lo que fueron algunos encargos para amigos y conocidos hoy son todo un referente, convirtiéndose en una de las artistas más mediáticas de Instagram.
Azarraluqui
Una red social que ha hecho destacar las cosas bonitas – y en la mesa, no podría ser menos. Diseños coloristas que huyen de lo convencional y que han devuelto sus días de gloria a la cerámica en su versión más cotidiana: la vajilla. ¿Su mayor atractivo? Que no hay reglas, ni dos platos iguales. Y que se trata de un proceso tan único como especial, ya que además del diseño y el esmaltado hay que sumar las horas de horno…, ¡y el factor sorpresa!
La misma que nos llevamos nosotros al ver desfilar para Duyos a Bárbara Pan de Soraluce, que dio el salto a la pasarela el pasado mes de enero en MBFW Madrid. Porque si la figura del artista antes caía en el olvido, fue precisamente su hija al ver los platos que pintaba para casa, amigas y conocidas cuando le propuso abrir una cuenta en Instagram. Ahora, camino de los 70 mil seguidores (y sin página web) es toda una influencer con Los Platos de Pan y recibe encargos de todo el mundo. Un estilo que identificarás por el uso de la plumilla y que acepta cualquier propuesta en cuanto a temática se refiere, siempre con una línea de vegetales, fauna, flora y objetos de jardinería.
Los Platos de Pan
Del mar al plato
Los fondos marinos siempre han sido una de nuestras pasiones, así que no es de extrañar que cayéramos rendidas ante las creaciones de Nuria Blanco. Artista por naturaleza, quiso tratar los objetos cotidianos como si de un lienzo se tratara – y así llegó a su vida la cerámica para hacer de los platos su soporte estrella. “Doy rienda suelta a mi imaginación utilizando distintos motivos que cuentan historias. Piezas únicas pintadas a mano que pretenden componer un cuadro pictórico en la mesa o en la pared. Platos para compartir de una manera divertida y especial”, nos cuenta. Un puzle pictórico que juega con las 3 dimensiones donde “un plato nos proporciona la idea esencial, pero es necesaria pareja para crear la imagen total”.
Taller de Nuria Blanco
Y del encanto del mar la fascinación por la imperfección. Porque en su versión más rústica (y auténtica) encontramos las propuestas de Bea Sabi Ceramics, con piezas únicas inspiradas en el arte japonés Wabi-Sabi, que ha hecho de la cerámica todo un estilo de vida con creaciones que abarcan todo lo cotidiano y que impregnan nuestro día a día con un toque sofisticado para que ahora, lo único que quede, sea disfrutar de su mejor arte complementario – que siempre será gastro.
Bea Sabi Ceramics