A quien corresponda:
En primer lugar, feliz Navidad.
Es un día maravilloso, ¿verdad? Es una época inolvidable donde nos acontecen tiempos felices, llenos de magia, largas sobremesas y villancicos martirizadores. Bienvenidos sean Mariah Carey, José Feliciano, Michael Bublé, Enanitos Maquineros, Miliki, Gregory Porter y Wham!
Bienvenidos kilos de más, risas cargadas de recuerdos, lágrimas por los que ya no volverán, bienvenidos quebraderos de cabeza por buscar el regalo perfecto, aun sabiendo a ciencia cierta que la perfección no existe. Navidad, bienvenida seas; y como eres bienvenida, también te pido que seas responsable.
Una de las opciones durante las fiestas es regalar a los niños una mascota. Es un regalo perfecto, emotivo, y que puede desarrollar capacidades cognitivas y emocionales. En resumen, un regalo aparentemente muy bueno. Entonces, ¿dónde está el problema?
El problema está en que más de 137.000 animales son abandonados tras las fiestas.
Muchos no somos conscientes o no queremos serlo, de que tener una mascota es una responsabilidad enorme. Los animales requieren ciertos cuidados, vacunas y una buena alimentación. No todo el mundo posee la capacidad requerida para poder hacerse cargo de una mascota. Otro aspecto del que mucha gente no es consciente es que si se abandona un animal, un juez puede hacer uso del artículo 337 bis del Código Penal y puede imponer al dueño del animal una multa de uno a seis meses de cárcel y, por su supuesto, decretar su inhabilitación.
Dicho esto, por favor; solo recordad que los perros y los gatos son animales que requieren cuidados específicos. La decisión de integrarlos a una familia implica un compromiso a muchos niveles. Por eso mismo, dicha decisión no debe ser tomada a la ligera. La impulsividad es mala consejera.
No regalad animales si vais a abandonarlos. No se lo merecen. Las mascotas no son juguetes. Si no vais a ser responsable y consecuentes con ellas, mejor pensad en otro regalo. No os suméis al abandono.