Scotta 1985 se lanza a la piscina (al océano) con su nuevo proyecto llamado Blue, destinado a conservar el medio marino. Hay que hacer frente a los 12,7 millones de toneladas de plástico que llegan a los mares y océanos, pero ¿cómo?
Esta es la pregunta que posiblemente os hagáis muchos de vosotros puesto que siempre se habla del problema, pero pocas veces se mencionan las soluciones. Marcas como Scotta 1985 ponen de su parte para hacer “Stop” a estas dificultades sociales. Para paliar los efectos de los residuos en nuestros mares, esta firma lanza una línea de baño creada con tejido reciclado, y suma su apoyo al hospital de tortugas marinas del Oceanografic de Valencia.
El cambio forma parte de todos
Cada año se inundan los mares y océanos con toneladas y toneladas de plásticos que son dañinos para el medio ambiente y para los seres que lo conforman. Es por eso, por lo que Scotta 1985 apuesta por la conservación de los entornos naturales. Su nueva colección de bañadores creados con poliéster reciclado es la propuesta para conseguirlo. Las tortugas son las protagonistas del swimwear de la firma.

Los tejidos se crean mediante un ciclo de reciclaje en el que botellas de plástico pasan a convertirse en fibras de poliéster, haciendo así una línea de baño fiel a la filosofía de la marca. “El cambio forma parte de todos”, es la propuesta de valor que hace Jaime Sanz, Director Creativo de Scotta 1985, por lo que diseño y transformación se unen así creando prendas con historia.

A esta iniciativa se une el trabajo junto al hospital de tortugas marinas del Oceanografic de Valencia. Cada año se ayuda a una media de 70 tortugas bobas (Caretta caretta) a volver a su entorno natural. Se hace tras una labor de curación debido a la ingesta de plásticos vertidos en nuestras aguas, o labores de pesca de arrastre y trasmallo. Una labor que se ha visto visibilizada a través de la última acción de la firma junto los embajadores de la marca.