Valenzuela: arquitectura romántica

Sus novias son sencillas, pero en los detalles desvela una historia que tiene predilección por el terciopelo y los tejidos brocados. Visitamos el taller de Valenzuela, donde la magia crea vestidos siempre soñados.

Cristina quiso crear su propio espacio con el nuevo milenio – y en el año 2000 abrió sus puertas llena de ilusión. Lo que muy pocos saben es que en aquel momento se dedicaba a la arquitectura de interiores y que mientras miraba tejidos para decorar ella los transformaba en faldas con volumen, chaquetas, vestidos… “Dos años más tarde quise apostar por lo que de verdad me gustaba, di un giro a mi carrera y comencé a diseñar vestidos de madrina e invitada”, nos cuenta. Lo que fue toda una sorpresa fue que una de sus clientas le encargase el vestido de novia de su hija. “Fue todo un éxito y al año siguiente fue increíble la cantidad de novias que querían que le diseñase su vestido. Año tras año hemos ido creciendo hasta tener el actual Atelier”, añade.

Porque para Valenzuela…, ¿cómo es la novia perfecta?

Que sea ella misma, que refleje su personalidad. Una novia que va feliz con su vestido, ¡lo transmite!

Si tuvierais que decantaros por un estilo, ¿cómo sería el de Valenzuela?

Sencillez, el gusto por los detalles, el trabajo perfeccionista y la influencia de la arquitectura definen nuestros diseños.

Trabajáis con muchas telas, ¿con cuáles te sientes más identificada?

Un buen tejido y patronaje impecable es la base de todos nuestros diseños.

Trabajamos todos los tejidos naturales, huyo de los brillos, me encantan los tejidos antiguos, el terciopelo, los brocados, el tul bordado, construir tejidos partiendo de otros aplicando incrustaciones para hacerlos exclusivos.

Tenemos una variedad increíble, me gusta poder ofrecer muchas opciones lo que me permite realizar vestidos muy diferentes.

Damos mucha importancia a los complementos, ¿cuáles son imprescindibles? 

Pendientes que aporten personalidad, atrevidos pero elegantes que no resten importancia al conjunto.

Un tocado importante si el vestido es sencillo y con líneas muy puras, y uno más delicado si el vestido tiene más detalles para no recargar en exceso.

Un asesoramiento en la elección del ramo y zapatos me parece imprescindible para conseguir que todo vaya acorde con el vestido y el resto de complementos.

¿Tocado o velo tradicional?

No son incompatibles, un tocado maravilloso acompañado de un velo sencillo, puede dar un toque diferente a un vestido. Es algo muy personal y soy flexible en la decisión de cada novia, aunque siempre les transmito mi opinión, que va a depender del diseño del vestido.

Hemos optado por tener taller de tocados dentro del Atelier, lo que nos permite ofrecer un look que sea armonioso y ofrecer algo diferente a cada novia.

¿Cómo es el día a día en el estudio de Valenzuela?

Muy movido, no paramos… Citas nuevas, pruebas de vestidos, diseño, preparación de prototipos, selección de tejidos, pedidos a proveedores, dirección de taller, planificación de citas… Mucho trabajo, esfuerzo y perseverancia por parte de todo el equipo.

Trabajas con cita previa, ¿cómo es el primer contacto con una novia?

Sí, es lo que nos permite dedicarle a cada novia toda la atención y poder diseñar un vestido acorde con su estilo.

En una primera cita, realizamos una entrevista para conocer los detalles de la boda y sus gustos. Con todo lo que nos transmite le probamos diferentes toiles para ver talles, volúmenes, escotes, tipo de mangas, cola, si quiere sobrefalda… Para mí lo más importante de la primera visita que nos hace la novia es sacar la base del vestido, cual es la forma que va a tener. El resto lo considero que son adornos que se aplican al vestido, son muy importantes a la hora de hacerlo diferente, pero en el primer contacto me centro en que el vestido siente impecable, para pasar a una segunda fase de diseño y personalización. Se realiza un boceto para plasmar todo lo que hemos ido decidiendo.

¿Con qué parte del proceso creativo disfrutas más?

Con la última prueba de todas las novias. Ver terminado el boceto que se realizó el primer día y la cara de ilusión de cada una de ellas cuando se lo ponen, ¡no se puede describir!

¿Cuál es el diseño más atrevido que habéis hecho?

Una chica que llevó un vestido en tono nude con un bordado de flamencos y ramas en tono crudo y gris perla, encima llevaba un abrigo con forma de bata cruzada con una lazada en satén. Muy atrevido, ¡pero quedó espectacular!

Trabajáis a mediada, pero contáis con varias colecciones. ¿En qué os inspiráis?

Trabajamos a medida, puede ser partiendo de modelos que tenemos para probar o partir totalmente de cero, nunca hacemos dos vestidos iguales, la novia participa en el proceso creativo, lo que permite que le dé carácter al diseño.

Nuestra máxima inspiración es la arquitectura, y los maestros como Balenciaga, Pertegaz.

Este 2018…, ¿qué veremos de nuevo?

Mezclas de texturas y volúmenes. Detalles de color, punto y terciopelo con incrustaciones de bordados. La superposición de vestidos con sobrefaldas, colas postizas, capas y crop tops que hacen que el vestido cambie durante la boda.

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