Con reserva y sin reservas

Son los fichajes gastro que no debes perder de vista en Madrid. The place to be en los que ir, pero también ser visto, para probar sus nuevas propuestas gastronómicas – las innovadoras y las más tradicionales. ¿Vamos?

Por y para ellas

Así es La Carlota. Un homenaje a la mujer que abrió sus puertas hace tan solo un par de meses en la calle Almirante, 11 y que apuesta por la cocina asiático peruana. Una decoración underground (con un reservado que no querrás dejar de visitar) con una carta donde destacan sus tartares, rolls y platos al wok. Además, los jueves te proponen “Una cita con Carlota” con espectáculos en vivo (desde magia hasta monólogos) con el que quieren impulsar el talento joven.

Entre guiso y guiso

Encontramos el Pollo de la Abuela de Roostiq(c/ Augusto Figueroa, 47). Una receta tradicional cocinada a fuego lento dentro de una cocotte de le creusset para poner en valor algo que en muchos lugares se está perdiendo: el guiso. Así Carmen Acero, jefa de Cocina del restaurante, recupera ese sabor auténtico que para ella era casi una tradición todos los domingos en su casa. Y que no falte: acompañado con patatas fritas.

¿Tomamos la primera?

Es el mix ganador: cena y la posibilidad de disfrutar de la primera copa de la noche. ¿El Lugar? Raimunda, en Casa de América (Paseo de Recoletos, 2). Su decoración, de toque brutalista, recupera las antiguas paredes de ladrillo del Palacio en contraposición a los muros de cemento. Todo con el toque colonial de su vegetación. Como plus: su carta de cócteles con mezclas como el Mojito criollo, el Kentucky Mint Julep, la Caipirosca de Rosas, The Asian Touch o The Ultimate Mule

Más es más

O lo que es lo mismo, More (c/ Jorge Juan, 27). No nos confundamos, que es “More”, de “Moreno”. Y que ahora apuesta por la tradición renovada con dos mujeres al frente: Alba Bautista y Virginia Durán. Entrantes “para compartir y no discutir” con sus mejillones gallegos de etiqueta negra, platos de cuchara como son los callos de bacalao y asados con horno Josper. ¿De postre? Su original tarta de queso es, simplemente, espectacular.

Lobster Bar

Es el primero en llegar a la capital, y lo encontrarás en Chueca. Lobsterie ha conseguido democratizar un producto de la alta cocina como es el bogavante en su espacio de la calle Gravina. Menú a medio día por 25 euros y gran variedad de bocacillos con una versión caliente de su icónico brioche de bogavante, con un roll de gambón, otro de buey de mar gallego y, su última incorporación, el roll Connecticut, la versión caliente del roll Maine (de bogavante frío) que ha sido y es uno de los platos estrella del establecimiento junto al bogavante asado con mantequilla francesa.

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