Si en tu lista de propósitos del nuevo año está volver a hacer deporte, no te olvides de tu rostro. Porque más allá de los tratamientos faciales que unifiquen, traten manchas o aporten luminosidad, Carmen Navarro incorpora un nuevo protocolo de gimnasia facial: WonderFace.
“Hasta ahora, el envejecimiento se atribuía a procesos bioquímicos: el enrarecimiento y desorganización del colágeno y la elastina, la degradación de oligosacáridos como el ácido hialurónico, entre otros. Sin embargo, poco a poco se ha impuesto una nueva explicación, simple y lógica: la piel envejece porque los músculos faciales se atrofian”, nos recuerda la Carmen Navarro. Y de esta manera, incorpora en sus tratamientos la gimnasia facial con WonderFace.
Un método único de Tonificación Muscular Facial. Combina la Tecnología Neuromuscular de Alta Intensidad con la Radiofrecuencia de manera sincronizada. Su objetivo es rejuvenecer y mejorar la apariencia de la piel. La potente emisión neuromuscular tonifica los músculos faciales de frente, mejillas y mentón, mientras que la radiofrecuencia calienta las capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina. Conseguimos una piel más firme, reducir arrugas, mejorar la circulación sanguínea y un contorno facial definido. Aunque durante el tratamiento llegamos a contraer la musculatura hasta 1.500 veces, se trata de un protocolo cómodo e indoloro. Basta con desmaquillar y colocar unos electrodos.
¿La gimnasia facial (WonderFace) es para todos?
La gimnasia facial de WonderFace, el revolucionario tratamiento de Carmen Navarro, es adecuado para todo tipo de pieles y efectivo tanto en mujeres como en hombres. Ideal para aquellas personas que buscan mejorar la firmeza y la apariencia de su piel. Los resultados son muy visibles en rostros con problemas de flacidez facial, líneas finas y falta de tono muscular. Se recomienda un primera fase de choque con 2 sesiones semanales durante el primer mes y como mantenimiento según diagnóstico una mensual o trimestral. Precio por sesión: 150 €.
