Salir del túnel de la dependencia emocional puede ser un verdadero reto, pero no estás solo, puedes conseguirlo. Te preguntarás que haces si te encuentras ante este problema, ¿cómo lo superas? Construir un vínculo sano y enriquecedor es la meta de cualquier pareja. Sin embargo, las relaciones no son algo sencillo y, al mismo tiempo que nos aportan gran felicidad, pueden convertirse en una verdadera odisea.
Establecer vínculos emocionales en pareja puede llegar a ser muy sano porque hay mucha complicidad, pero puede ser peligroso si se genera una dependencia emocional difícil de sanar. Cuando te olvidas de ti mismo y de las personas que te rodean por centrarte en tu pareja, tienes un problema que resolver. No es tan grave cuando sabes reconocerlo, porque es el primer paso para poder rebasarla.
¿Cómo aparece?
La dependencia emocional no parte de un deseo de conexión, sino de una necesidad que se convierte en el eje de nuestra relación. Es un fenómeno psicológico caracterizado por una necesidad abrumadora de tener la atención y aprobación de nuestra pareja. Es peligroso cuando supone un desequilibrio en la interacción de los dos miembros que desemboca en falta de autoestima y de autoafirmación, ansiedad intensa y miedo a perder a la pareja, entre otros efectos.
Entonces, ¿cómo delimitar las barreras y ser conscientes de que se ha traspasado la línea? Cuando nuestros juicios y acciones comienzan a estar subordinados a lo que dice nuestra pareja, será el momento de pensar si hay un equilibrio saludable o no. Vernos inmersos en una relación de este tipo puede complicarse cuando la pareja provoca de forma deliberada nuestra dependencia, haciéndonos chantaje emocional y condicionando su aprecio a que hagamos lo que quiere: “Si haces esto, te quiero, si no, no”.
Asimismo, en una relación puede surgir confusión entre si lo que se siente es amor o simplemente apego hacia el otro. Mientras que el amor es un sentimiento de intensa atracción emocional, y a veces sexual; el apego es un vínculo afectivo clave en el desarrollo psicológico de las personas desde pequeñas. Un sentimiento que aporta la seguridad y cercanía necesaria para aprender a vivir. Sin embargo, este apego, generalmente asociado a los cuidados de los padres, puede derivar en patológico a edades adultas cuando se convierte en dependencia, impidiendo la autonomía y madurez.
Desarrollar un cierto grado de interdependencia en una relación donde ambos miembros ganen con la interconexión y el compartir los intereses de la vida es algo normal y positivo. Sin embargo, debemos aprender a marcar los límites para no confundir este vínculo con la dependencia emocional.
Tips de superación de los expertos de TherapyChat:
Saber escucharnos, comunicarnos y gestionar nuestras emociones es fundamental para evitar generar una dependencia emocional. Enfrentarse a este fenómeno de forma espontánea no es algo sencillo, especialmente cuando es provocado por una ruptura. En caso de que estés pasando por una situación parecida, sigue estas claves de los expertos de TherapyChat:
- Acepta tus emociones. Es normal sentir lo que sientes. Con frecuencia es difícil dar este paso, sin embargo, es importante permitirte el sentir sin juzgarte.
- Mantén distancia con tu ex. Evitar el contacto de cualquier tipo y no hacer seguimiento en RRSS.
- Busca apoyo social. Recurrir a tus amigos y familiares te ayudará a superar la situación. Recuerda, no estás solo en esto.
- Fortalece tu autoestima. Trabajar este sentimiento y aprender a valorar tu identidad te ayudará a regular tus sentimientos y quererte más a ti mismo.
- Invierte tiempo en ti. Es necesario dar prioridad a pasar tiempo contigo mismo. Céntrate en cumplir tus metas, dedicarte a actividades que te gusten y ayuden a potenciar tus fortalezas. Así, aprenderás a disfrutar de tu tiempo y no sentirte solo.
- Cuida tu salud física. El ejercicio y una alimentación saludable influyen positivamente en el equilibrio mental.
- Busca apoyo profesional. Acudir a terapia puede ayudarte a superarlo lo antes posible y aprender a pensar de forma diferente sobre la relación, tu pareja, tu dependencia y sobre ti mismo. Esta reestructuración es la que un psicólogo te puede dirigir con su conocimiento técnico, que va más allá del apoyo social.
- Tómate tu tiempo. Para comenzar a sanar, es importante respetar los tiempos. Cada persona tiene su propio ritmo para pasar página.