Pon un gato en tu vida, te contamos sus beneficios

Además de tener una bolita de pelo adorable en casa, el gato es todo un conjunto de cosas positivas para la salud física y mental de los humanos. Te contamos los beneficios que tiene compartir tu vida con uno (o varios) de ellos.

Es equivocada la idea de que el vínculo que se forma entre una persona y un gato es menos intenso y emocional que el que se establece con un perro. Tan errónea como la idea de esperar que un gato se adapte al 100% a lo que nosotros deseamos en cada momento.  Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity explica: “Si yo quiero acariciarte tu tienes que aceptar que yo te acaricie aunque tu no quieras. Y claro, esto ‘casa’ mal con el gato. Y ‘casa’ mal con la idea de respeto hacia el animal que nosotros creemos que tenemos que tener. No vives con un animal de compañía para que haga estrictamente lo que quieres. Vives con él para compartir una serie de experiencias.”

Los gatos eran uno de los animales que veneraban en el Antiguo Egipto por sus tributos. Se lo asociaba a la protección e incluso se lo consideró como la reencarnación de algún dios. Y no es para menos, ya que, como decimos, los gatos tienen múltiples beneficios:

Mejoran tu salud mental

El acariciar y jugar con tu gato, incluso hablar con él, ha demostrado reducir la producción de cortisol, que es la hormona causante del estrés. Por otro lado, se ha estudiado la posibilidad de que cuando un gato ronronea, se produzca un aumento de las ondas cerebrales Tetha. Estas son las que se producen cuando el cuerpo llega a un estado de calma y relajación profunda.

La relajación de acariciar a un gato en tu regazo no sólo apacigua tu estrés. Se sabe que su compañía mejora el estado de ánimo y sirve como distracción positiva para los que luchan contra los trastornos de la depresión. Más allá de esto, las mascotas contribuyen a seguir una rutina, mantener la responsabilidad y la actividad social en días que nos costaría más hacerlo. Aunque todas las mascotas nos pueden ayudar a superar una depresión, los gatos son especialmente tranquilos y pacíficos, y estas características pueden ser contagiosas para sus dueños.

Cualquier persona que tenga gatos te dirá que estas criaturas son tan divertidas como monas. Los gatos son criaturas curiosas por naturaleza, lo observan y tocan todo lo que les llame la atención. Es inevitable reírse de sus reacciones ante las cosas más simples. Investigadores de una universidad de California descubrieron que ver vídeos divertidos durante 20 minutos al día, reduce considerablemente los niveles de cortisol y contribuye a mejorar la memoria a corto plazo de los participantes más mayores. Por este motivo los gatos son la perfecta compañía para las personas que han sufrido algún trauma emocional. ¿Por qué no tener tu propia máquina de la risa en casa?

Olvídate de sentirte solo

Hasta el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades reconoce que uno de los mayores beneficios de tener mascota es su capacidad para calmar nuestro sentimiento de soledad. A veces son quienes mejor saben escuchar después de un día complicado, y su cara cuando cruzamos la puerta nos recuerda que siempre hay alguien emocionado por vernos. Según investigadores de las Universidades de Miami y Saint Louis, las mascotas pueden cumplir las necesidades sociales de una persona al igual que la compañía de otros humanos.

Son buenos para tu corazón

Según un estudio realizado en 2008 por investigadores del Instituto Stroke de la Universidad de Minnesota, los dueños de gatos tienen menos probabilidades de morir de un ataque al corazón, excepto cuando ves a tu gato tranquilamente haciendo equilibrios en los lugares más altos…

Tras monitorizar a casi 4500 personas (tres de cada cinco participantes tenían gato) durante un período de 10 años, los investigadores pudieron determinar que los dueños de gatos experimentaban una reducción del riesgo de muerte por ataque al corazón del 30% en comparación con los participantes que no tenían gatos. Otro estudio de 2009 también llegó a la conclusión de que tener gatos está asociado a una disminución del riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares.

Según los expertos, el ronroneo de un gato se produce a una frecuencia determinada que nos ayuda a relajarnos, actuando de vasodilatador, lo que reduce el peligro de sufrir accidentes cardiovasculares. También parece ser que esta vibración sonora estimula la curación de tejidos, especialmente en tendones y músculos.

Ayudan a tu sistema inmunológico

Se ha demostrado que el contacto con gatos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, haciéndonos menos propensos a coger infecciones, sobre todo en las vías respiratorias. Las personas que viven con felinos se recuperan antes de las enfermedades que las personas que no. Por lo general, los niños que crecen con gatos tienen menos días de enfermedad que aquellos que no tienen mascotas, al igual que menos posibilidades de desarrollar alergias y asma en el futuro.

Además, los gatos son los animales más limpios que hay. A ellos mismos les gusta mantenerse limpios y no meterse en ningún sitio que les pueda ensuciar. De hecho, veremos que el arenero no está tan limpio como a nuestro gato le gusta, cuando busque otro sitio para hacer sus necesidades.

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