Ser ecológico es más que una tendencia, es un estilo de vida. El problema es que ante la variedad de propuestas «bio» en el mercado no siempre es sencillo saber qué elegir y, lo más importante, cómo acertar.
Lee las etiquetas
Será el primer paso. ¿Te confundes el no poder distinguir entre ecológico, orgánico o biológico? No te agobies, es lo mismo. Los tres términos hacen referencia al mismo tipo de producto y su diferencia frente a otros alimentos es su certificación (como ecológicos, claro).
Existen certificaciones Europeas como el sello Eurohoja, pero en España cada Comunidad Autónoma aplica su propia certificación y lleva un sello adicional.
Aprende qué es el «Ecolabel»
Ser ecológico empieza por prestar atención a lo que comemos, pero por supuesto abarca nuestro estilo de vida. Y un modo de seguirlo es buscar la etiqueta Ecolabel (una forma con estrellas azules europeas) que podrás encontrar en productos de limpieza, bricolaje, papel, electrodomésticos, iluminación y por supuesto moda. Con esto se garantiza un alto nivel de protección del medio ambiente y se apoya un mundo sostenible.
¿Total o parcialmente ecológico?
Efectivamente: es hora de diferencia entre contenido y continente. Un packaging bonito que respete el medio ambiente no garantiza que en su interior vayamos a encontrar un producto ecológico (y viceversa). Lo ideal es que su interior se corresponda con el interior aunque, como referencia, siempre podemos tener en cuenta que los términos ecológico, bio y orgánico son una garantía – y no confundirlo con otros términos como «natural» o «sano».
Qué hace especial un alimento ecológico
Sobre todo por cuidar su producción evitando fertilizantes y plaguicidas químicos, sobre todo en el caso de frutas y verduras. Respecto a la carne, aquí es importante valorar la alimentación del animal y también su cuidado, así como la medicación (químicos) que pueda recibir.
Apuesta por el Km 0
En España tenemos una gran riqueza de comida y verduras, ¡no la desaproveches! En los alrededores de las grandes ciudades podrás encontrar pequeños comerciantes que venden sus producciones con la máxima calidad. Y ahí, sí que sí, es del huerto a la mesa. Si no tienes tiempo de hacer la compra, puedes optar por las casa ya elaboradas de Fresco en tu casa, que además incluye recetas fáciles (paso a paso) para que las puedas elaborar en tan solo 30 minutos. ¡Y comer mejor!