Somos lo que vestimos de los 80 hasta hoy

MECANO

Los años 80’s marcaron un antes y un después en la historia de la moda: rebeldía, libertad e iconos que han transformado a la sociedad en almas libres. Ahora esta tendencia vuelve a nuestros armarios de la mano de Agatha Ruiz de la Prada y Ana Locking.

Alguien dijo una vez que la moda es un gran saco que llenar y, una vez lleno, se da la vuelta y se vuelve a empezar. Al margen de que sea un fenómeno cíclico, que lo es, la melancolía curva nuestros labios cuando pensamos en los años 80’s. Ahora echamos la vista atrás y, a pesar de que puede que nos parezca una época muy hortera, hoy está más presente que nunca.

No obstante, lo que está claro es que los 80’s marcaron un antes y un después en nuestra vida (y en nuestra historia). Supusieron un cambio en la forma de pensar, de vestir, de cantar e incluso de expresarse fuera de los convencionalismos que, hasta entonces, marcaban cierta estandarización. Fue una época de rebeldía, en la que daba igual más que mucho más y donde la gente – ¡al fin! – comenzó a vestir como quería. Ya lo decía Antonio Alvarado: “En los 80’s nos queríamos vestir, ahora nos vestimos”.

Las calles se convirtieron en una marabunta de estilos heterogéneos que convivían en paz y armonía. Por las mismas aceras caminaban los “pijos”, los punks y los rockabilly. Y podías ver la misma americana en un banquero que en una estrella del rock. La moda comenzó a ser una vía de escape donde el ser humano se sentía con el poder y la libertad de deconstruir, unir y customizar sus prendas para sacar a relucir su verdadero yo. La autenticidad se convirtió en un imprescindible. Y grupos como Olé, olé reivindicaban este mensaje: “No controles mi forma de vestir porque es total y a todo el mundo gusta”.

Fueron unos años de grandes contrastes. Por una parte, la Movida fue un movimiento colorista, feliz y muy divertido. Pero, poco después comenzó a oscurecerse con el auge de las drogas y de enfermedades como el Sida”, Agatha Ruíz de la Prada.

¿Pero qué tiene esta moda que tanto nos encanta? Para entenderlo, hablamos con las diseñadoras Agatha Ruiz de la Prada y Ana Locking, dos artesanas que reivindican la diversión, el color y la magia ochentera en cada una de sus colecciones.

Para Agatha, los 80’s en España representaron “la explosión de la libertad después de los años tristes del Franquismo”. Y hay una cosa que tiene clara: de una forma u de otra, se siente parte de la época. “Mi primer desfile fue el 25 de marzo de 1981 y coincide con los comienzos de la Movida Madrileña. Sin embargo, incluso en aquel entonces, yo y mi estética éramos algo diferentes, aunque formásemos parte del conjunto”, nos cuenta la diseñadora.

Sin embargo, Ana Locking profundiza en aquellos años, porque para ella “siempre se piensa que en los 80´s solo existía una única tendencia unidireccional”. Y no es así. “Se cree que el ensalzamiento de la femineidad sin límites, del glamour y de lo voluptuoso era lo único que existía en el entorno moda de esa década, pero había mucho más: la mujer comienza a tomar puestos de poder y, por consiguiente, a romper el techo de cristal. De ahí, la fuerza de esta estética y el poder que la mantuvo de forma continuada durante años”.

Las historias, el ambiente y los personajes son quienes pueden marcan hitos en un determinado periodo del tiempo y dentro de la Movida Madrileña, los más populares siempre fueron Almodóvar, las Costus y Alaska y los Pegamoides. Era una época anterior al punk. “Fueron unos años de grandes contrastes. Por una parte, la Movida fue un movimiento colorista, feliz y muy divertido. Pero, sin embargo, poco después comenzó a oscurecerse con el auge de las drogas y enfermedades como el Sida”; nos cuenta Agatha.

Y no solo eso, sino que, en el año 1982, a nivel internacional, todo cambió. Los japoneses entraron en la escena parisina, rompiendo los moldes, las perspectivas e incluso el concepto que hasta entonces se había convertido la estética a seguir. “Con Rei Kawakubo, Yamamoto e Issey Miyake nada volvió a ser lo mismo. Ellos abrieron nuevas perspectivas sobre cómo entender la moda, y esas fueron las que a su vez abrieron nuevos caminos para otras firmas tan importantes como Margiela. Para mí, esto fue lo más importante de lo que sucedió en aquella década”.

La moda actual, además de ser una expresión de la propia identidad, se puede convertir en una herramienta política y social sofisticada y poderosa de reclamo, autoafirmación y crítica”, Ana Locking.

Según The BoF, este año la estética ochentera ha vuelto a tomar cierto protagonismo en nuestra actualidad. Han regresado iconos como The Police, Mecano, Queen o iconos que, en realidad, nunca se marcharon, como la reina del pop Madonna. Además, se escriben y producen nuevas series y películas que se ambientan en esta época, como POSE.

Aunque la verdadera pregunta es: ¿por qué todo vuelve? “Todo vuelve, pero todo vuelve de forma diferente. Las personas que son un poco cultas reconocen en el mundo del arte, en el mundo de la arquitectura y en la moda los distintos periodos, la evolución que se va enriqueciendo con cosas del pasado”; nos cuenta Agatha.

No obstante, Ana Locking nos explica que hay muchas teorías que podrían fundamentar esta base cíclica y repetitiva que, décadas después, traen perspectivas nuevas que antes no existían, y estas son “las reglas de los años”. “Por ejemplo, ‘la regla de los 20 años’ se basa en el intercambio generacional, en el traspaso del ‘armario de mamá’. Con la de los ‘50 años’ se dice que una tendencia cuando se instaura es ‘inteligente’ y necesaria, pero tan sólo un año antes es ‘atrevida’, 10 años después es ‘ridícula’ y 50 años después es ‘actual’. Las personas seguimos teniendo las mismas necesidades y sentimientos vitales que hace 500 años: amor, soledad, narcisismo, ego, inseguridad…”

A pesar de todo, no es fácil definir la estética de los años 80 (al menos, no con pocas palabras). Los colores neón y el gusto por sobrecargar los looks con accesorios extra-grandes podrían ser dos de los imprescindibles para empaparnos de la época. El estilo era rompedor y los volúmenes se abrían paso en nuestro armario y peinado. Era el momento de las abultadas permanentes y los pelos fritos. Los leggings se convirtieron en los mejores amigos de los encajes, los tules y las medias de rejillas.

Sin embargo, lo más importante es que no solo había un estilo para triunfar, sino que el secreto del éxito residía en saber combinarlos todos. Es por eso que muchos la definen como caos, e incluso emplean el término “hortera”. Pese a que, en esto, las opiniones se enfrentan: “No solamente hubo horteras en la Movida, aunque la verdad es que, en los últimos años, algunos como los diseñadores de Versace y Dolce & Gabbana, y el clan de Las Kardashian han vuelto a poner el concepto de moda”; aclara Agatha.

Intento no tener ningún tipo de prejuicio a la hora de diseñar mis colecciones y ello conlleva libertad, pero también riesgo. Me gusta no ponerme límites estéticos, quizá ese espíritu libre es lo que me une al que existía en aquella época a la que haces referencia”, Ana Locking.

Pero si pensamos en lo que realmente significa la moda, no dudaremos en llegar a la conclusión de que todo lo que sucede en este mundo es un reflejo de la sociedad, economía y momento político que se viva. Para explicar esta idea, Ana Locking cita a Trump y a la última exposición del MET con temática Camp. “Tenemos una referencia bestial sobre el momento que la moda está viviendo en cuanto a exageración y artificio, que en el fondo no es más que una autoafirmación provocadora de la propia identidad a través de la ropa. Afortunadamente, estamos asistiendo a la liberación y a la aceptación masiva de las culturas marginadas como la Queer, y la problemática a la que se enfrenta el colectivo Trans. Es en esa base estética de la que probablemente estemos bebiendo los diseñadores más arriesgados para hacer nuestro trabajo”.

Aunque, de lo que no cabe duda, es que la moda de los 80´s fue una época colorista, divertida y alocada. Sin embargo, a pesar de que hoy se ha vuelto a poner de moda, ya no es el foco principal: “En este momento lo más importante es la tendencia hacia la ecología, hacia salvar el planeta, mucho más que la tendencia de las hombreras o la de unos tonos de colores particulares”; sentencia Agatha. Asimismo, no debemos olvidar que, en palabras de Ana: la moda actual, además de ser una expresión de la propia identidad, se puede convertir en una herramienta política y social sofisticada y poderosa de reclamo, autoafirmación y crítica. 

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