Ahora más que nunca. Porque vitaminas como la C o la D y minerales como el zinc son algunos de los nutrientes que contribuyen a tener un sistema inmunitario fuerte. Aloft Health Boutique nos en qué nos pierden ayudar y, además de complementarlo con suplementos vitamínicos y minerales, en qué alimentos encontrarlo.
Vitamina C
La vitamina C tiene un gran efecto antioxidante y combate los radicales libres. También ayuda a aprovechar el hierro procedente de otros alimentos y favorece el buen funcionamiento de los vasos sanguíneos. Además, fortalece huesos y dientes y contribuye a una piel sana.
Encontramos vitamina C en alimentos cítricos como naranjas, limón, fresas y kiwi, así como en verduras tipo brócoli, perejil o pimiento, una de las hortalizas más ricas en esta vitamina.
Vitamina D
Esta vitamina también juega un importante papel en la modulación de la respuesta inmune, ya que participa directamente en el proceso de diferenciación celular y el crecimiento de las células y su correcto funcionamiento. También es esencial su papel para mantener el calcio y fósforo equilibrados y por ello tener poca vitamina D puede hacernos más propensos a lesiones óseas.
La principal fuente de vitamina D es el sol, pero también es importante obtenerla a través de alimentos y suplementos. Los ácidos grasos del pescado, como el salmón, son ricos en vitamina D.
Vitamina A
Entre sus otras funciones, la vitamina A participa en la creación de membranas que protegen de las infecciones en diferentes órganos del cuerpo, como en los pulmones o el tracto digestivo. Además, es buena para la vista y fortalece la piel, uñas, cabello y esmalte dental.
Encontramos esta vitamina tanto en alimentos de origen animal, como el hígado de ternera u otros mamíferos, como de origen vegetal, en hortalizas como la zanahoria, las espinacas o el boniato.
Vitamina E
Como muchas otras vitaminas, la vitamina E tiene un gran efecto antioxidante que hace que sea necesaria para el fortalecimiento del sistema inmune. Es esencial en la lucha contra los radicales libres para proteger las células y así combatir infecciones.
La mayoría de los frutos secos, como nueces, almendras o cacahuetes, son ricos en esta vitamina, como también lo son algunos aceites vegetales y las semillas de girasol.
En circunstancias normales, es recomendable asegurarnos de que consumimos alrededor de 15 mg de esta vitamina al día. Cada 100 gramos de estas semillas contienen hasta 35 mg de vitamina E, así que con un puñado al día bastaría.
Zinc
Este mineral juega uno de los papeles principales en el proceso de metabolismo y también realiza funciones en la reparación de tejidos y células. Por ello, es muy recomendable en postoperatorios y también para fortalecer las defensas. También suele recomendarse aumentar su consumo en invierno para prevenir resfriados.
Según la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos, una persona adulta necesita entre 8 y 14 mg de zinc al día. Por ejemplo, por cada 100 gramos de ostras (un alimento muy rico en este mineral), encontramos 60 mg de zinc.