«Aisla» el champú en seco
Es muy práctico para evitar el pelo apelmazado, sobre todo después de hacer deporte. Pero ahora que estamos todo el día en casa…, ¿en serio? Si tú piensas que necesitas un respiro, tu cabello más. Recuerda que su uso habitual hará que se depositen las partículas en el cuero cabelludo impidiendo que los folículos pilosos respiren e incluso puede ocasionar irritación. Así que ahora más que nunca, evítalo.
Antes de lavar…, preparar
Es un primer paso que dejamos caer por el olvido por falta de tiempo. Pero utilizar antes de lavar un producto específico no solo mejorará la calidad de nuestro pelo, sino que nos ayudará a reactivar la circulación del cuero cabelludo eliminando todo posible resto para que se matenga limpio (y bonito) durante más tiempo.
Masque Purifiant Avant Shampoing, de Sisley. Antes del lavado, actúa desde la raíz para un cuero cabelludo más sano, liberándole de aquello que pueda saturarlo, asfixiarlo y causar picazón o irritaciones, permitiendo así que la fibra recobre toda su vitalidad.
Modo de uso: se aplica raya por raya, de una a dos veces por semana, sobre el cuero cabelludo seco y el largo del cabello. Tras dejar actuar unos minutos y masajear, su textura fresca y calmante se enjuaga antes del lavado. Es apto para todo tipo de cabello. Precio: 75 €.
Respeta el pH del cabello
Y más cuando hablamos de un lavado frecuente. Seguramente en casa estés espaciando más los lavados, pero cuando lo hagas, mejor con un champú neutro. Su objetivo no es otro que evitar la irritación, un exceso de sequedad o el enrojecimiento. Además, este tipo de champús pueden ser complementarios de otros más específicos como la caspa o la psoriasis.
Dermocalm, de Insparya. Tomando como base su investigación en salud capilar, ha formulado una línea con cinco champús según cada problema del cuero cabelludo. Dermocalm tiene propiedades antinflamatorias y de reestructuración gracias al aceite de arándano, algas marinas y bisabolol, componente esencial del aceite esencial de manzanilla. Precio: 35 €.
El agua…, mejor templada
Escoger la temperatura adecuada es clave para no dañar la estructura. Es por ese motivo que es fundamental lavarlo con agua tibia (25-30 grados) ya que estimula la circulación sanguínea y mantiene el cabello sano y con brillo debido a que fomenta el cierre de la cutícula. Igual de importante resulta no frotar la toalla rápido sobre el cabello, porque la fricción produce encrespamiento además de roturas y sequedad en las fibras capilares.
Evita las herramientas de calor
Qué sería de nosotras sin un ghd en nuestras vidas… Pero seamos realistas, ¡nos fríe el cabello! Y ahora, más que nunca, es el mejor momento para dejar secar el cabello al aire. Si quieres utilizar secador, que sea sin calor excesivo (al mínimo) y con la ayuda de las yemas de los dedos para peinarlo.
gdh HeliosTM. Más ligero, más rápido y más preciso. Está equipado con la la tecnología Aeroprecis™ que combina un diseño aerodinámico interno con una boquilla contorneada a medida. El flujo de aire es mucho más concentrado para un mayor control y secado más preciso (en tiempo récord). Precio: 169 €. Disponible en cuatro colores.
Aporta un plus nutricional
Somos lo que comemos… Y si aportamos un plus de vitaminas, nuestro cabello crecerá con más fuerza – y las uñas también. Cuando esto acabe, lo primero que necesitarás es una visita a tu salón, pero mientras tanto… Será una forma de fortalecerlo.
Phytophanere, de Phyto. Dos cápsulas al día, preferiblemente con un gran vaso de agua por la mañana, proporciona al cabello y las uñas todos los nutrientes esenciales para su salud óptima. Precio: 49,90 €.