Flequillo: manual de uso (en 5 claves)

Porque un flequillo bonito es un flequillo altamente favorecedor, Diana Daureo resuelve todas nuestras dudas (y nos explica qué hacer y qué no) en un manual de uso en 5 claves.

¿Hay de verdad un flequillo apto para cabellos escasos?

Para los cabellos poco pablados lo más aconsejable es entresacar finas secciones de cabello para aportar volumen. Otra opción, son los flequillos largos a la altura del pómulo, como mínimo, ya que ayudan aportar más volumen y una sensación óptica de mayor densidad capilar.

El que favorece a más personas e ideal para las que tienen “miedo” al flequillo

El flequillo que más favorece a un mayor número de mujeres y por eso es uno de los que más vemos es el largo con raya al lado. Ya que ayuda a equilibrar a la perfección cualquier tipo de rostro, además de suavizar las facciones y aportarle un toque más juvenil.

Al igual que se trata de uno de los flequillos más favorecedores, el largo con raya al lado y que cae sobre el rostro a la altura de la mandíbula y el pómulo, es idóneo para iniciarse, incluso en los casos en que da “miedo” pues se trata de un corte a medio camino entre el desfilado y un flequillo convencional, además, permite adaptarse a un futuro flequillo más definido.

Otra opción, más arriesgada, sería también con raya en medio, pero en este caso un flequillo cortina descendente que dé sensación de más corto al inicio de la ceja y más largo a la altura del medio de la oreja.

Gran aliado para disimular imperfecciones (y restar años)

Desde para disimular una frente demasiado ancha o prominente hasta para parecer varios años menor, los flequillos actúan como un accesorio de camuflaje de excepción: para cubrir granitos en la frente, afinar ópticamente un rostro redondo, resaltar la mirada enmarcándola cuando hay unos ojos pequeños…

 “Domar” el flequillo

La manera de peinarlo dependerá principalmente de los remolinos. Antes de decidirse por uno, es fundamente preguntar a un experto, para saber si puede ser fácil de peinar y dejarlo ‘mono’ a diario, dejándolo centrado o hacia un lado. Además, es fundamental que vaya bien cortado para que sea más fácil peinarlo o, simplemente, que no haga falta ni coger el cepillo.

¿Cada cuánto hay que retocarlo?

Para mantenerlo en forma, cada mes o mes y medio conviene ir a la pelu para mantener un largo adecuado.

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